Autor: phoenix_53017
Traducción: Mafe Jeevas
Corrección: Mapasito
Datos originales del trabajo
Clasificación: Madura
Categoría: M/M
Relación: Jared Leto/Shannon Leto
Personajes: Jared Leto, Shannon Leto, Tomo Milicevic, Vicki Milicevic
Publicado: 2013-03-28 Completado: 2013-03-27
Palabras: 7501
Capítulos: 10/10
Comentarios originales del autor
Resumen: Una historia en un universo alterno donde Thirty Seconds to Mars no existe, Jared nace ciego y Shannon decide dedicar su vida al cuidado de su hermano mejor.
Notas del traductor
Esta obra le pertenece a la escritora ya nombrada, phoenix_53017, quien fue tan amable como para permitirnos el traducir sus bellísimas historias.
Se agradecería que, dada la oportunidad, visitaran su trabajo original y comentaran lo que opinan acerca de su obra.
Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.
--o--
Capítulo 6
Jared nunca toma a bien cuando Shannon tiene que trabajar.
Además del cheque que Jared obtenía por su discapacidad, el
único ingreso que los hermanos tenían era el trabajo de Shannon en una librería
a unas cuantas cuadras.
Trabajaba allí por cuatro o cinco días a la semana y siempre
llamaba a uno de sus amigos para que viniese y cuidase de Jared.
La primera vez que Shannon tuvo un empleo, el menor siempre
se colgaba de él y le rogaba que no fuese, como un niño pegado a sus padres.
Ahora, Jared era mayor y comprendía que necesitaban el
dinero y que sólo sería por unas ocho horas, pero al menos una vez al mes se
asustaría y trataría de hacer Shannon se quedara.
Esa noche -tres noches después de la cita de Jared y Kelly-
era turno de Tomo y Vicki, que trajeron a uno de sus gatos para que Jared
jugara con él.
“Es tan suave…” Murmuró Jared mientras acariciaba al felino
y este se acurrucaba en su regazo.
“Ya le gustas a Milo” Vicki murmuró admirada. “Y lo haces
bien para alguien que nunca ha sujetado antes a un gato.”
Tomo observaba a su novia y a Jared mientras Shannon se
colocaba los zapatos.
“¿Cuánto crees que tomará antes de que se dé cuenta que te
has ido?” el hombre menor preguntó a Shannon.
“Unos cuantos minutos, su capacidad auditiva es impecable.”
El mayor respondió mientras tomaba las llaves de su auto del gancho en la
pared.
“Con suerte podremos distraerlo lo suficiente para que no
trate de correr detrás de ti como la última vez que estuvimos aquí.” Tomo hizo
una mueca con Shannon ante el recuerdo de lo sucedido unos meses antes.
“Sí… se calló en las escaleras del frente y rompió su brazo…
lloró todo el camino al hospital…” el hermano mayor susurró en recuerdo.
“¿Quieres que tratemos de hacerlo dormir?” propuso Tomo.
“Si pueden, pero no apostaría por ello.” Shannon dijo entre
dientes mientras abría cuidadosamente la puerta principal y salía.
Siempre estaba confundido por el hecho de que pudiera
mantener un trabajo, porque sus pensamientos siempre viajaban de regreso al
ángel perfecto que esperaba por él de regreso a casa.
Jared estaría probablemente despierto y llorando cuando
regresara porque Shannon no se había despedido.
Era inquietante cómo el menor aún se comportaba como un
niño, pero nadie podía culparlo por no ser consciente inclusive de las cosas
más mundanas, como mirar a los ojos a alguien que amas.
Shannon sintió como su pecho se contrajo cuando se recordó a
sí mismo una vez más que Jared nunca sabría cómo era en realidad, o como lucía
él mismo.
Por esa razón nunca tenía espejos en su baño excepto por un
espejo de mano que Shannon guardaba en un cajón, sólo para usarlo cuando se
afeitaba. Cada vez que Jared necesitaba afeitarse obviamente Shannon tenía que
hacerlo por él.
Nunca llegaría a descubrir cuán maravillosos eran sus ojos…
pensó tristemente el mayor antes de colocar unos libros nuevos en el estante
señalado.
Cuando regresó a casa, todo estaba relativamente silencioso
comparado a como estaba usualmente cuando salía de trabajar.
“¿Dónde está?” inquirió Shannon cuando entró a la sala para
encontrar a Tomo, Vicki y Milo acurrucados en el sofá de dos plazas mirando una
película de amor.
Vicki respondió primero con un tono suave aunque entusiasta,
“Jugó un poco con Milo -lo cual fue absolutamente hermoso y lo capturamos en
nuestra Polaroid- y luego miró algunos episodios de No Olvides la Letra, y te
diré algo: Jared es mucho mejor que nosotros recordando esa clase de cosas.”
“Después le dimos palomitas de maíz y chocolate caliente
antes de que cayera dormido como un bebé. Ha estado en su habitación por la
última media hora.” Tomo agregó con una sonrisa.
“¿Les dio demasiados problemas?” Shannon preguntó con su voz
de ‘padre preocupado’.
“Para nada, fuimos buenos distrayéndolo esta vez” Vicki
respondió con una risita.
Después de despedir a la pareja y a su gato, seguidos de un
millón de gracias, Shannon se dirigió sigilosamente a su habitación para
quitarse sus ropas del trabajo y colocarse una camiseta y unos pijamas.
Cruzó el pasillo para entrar en el dormitorio de Jared y
suspiró de alivio cuando encontró que el menor estaba ciertamente dormido.
Una sonrisa cansada se dibujó en sus labios mientras se
sentaba junto a la figura despatarrada de Jared. No quería despertarlo -había
sido muy raro para Shannon el ver al otro dormido en los últimos años- pero
Jared tenía que saber que estaba en casa para que no se asustara en la mañana.
Sacudiendo gentilmente a su hermano hasta despertarlo,
Shannon murmuró “Despierta Baby Jay… estoy de vuelta…”
Tomó otro par de minutos para que despertara y formara una
respuesta coherente.
“¿Sh-Shanni? ¿Dónde has estado? ¿Qué hora es?” Jared
preguntó soñoliento, cuidadosamente frotándose el sueño de sus cristalinos ojos
azules.
“Tenía que trabajar, ¿recuerdas? Ahora estoy de regreso. ¿Te
divertiste con Tomo y Vicki?”
Jared asintió antes de estirarse para alcanzar al mayor.
“¿Qué pasa?” Shannon preguntó con una leve preocupación.
Habían sido años desde que había tenido en brazos a Jared y francamente, lo extrañaba, pero-
“Necesito sentirte… necesito saber que estás aquí y no estoy
soñando…” oyó a Jared susurrar antes de que sintiera una de las manos del
invidente en su antebrazo.
Shannon pudo sentir el momento en que se rindió ante Jared
-y sus propios deseos- y se encontró recostándose para envolver sus brazos
alrededor del delicado cuerpo de Jared.
Sintió cómo la cabeza del menor reposaba suavemente sobre su
pecho e inhaló la esencia del shampoo de Jared.
“¿Así está mejor?” preguntó atentamente.
“Uh huh” fue la respuesta apagada de Jared.
“¿Te quedarás conmigo?” preguntó el menor a continuación,
sus ojos subiendo a donde asumía estaba el rostro del mayor.
Shannon ajustó sus brazos instintivamente alrededor de Jared y susurró, "Por supuesto...sabes que no puedo decirte que no."
Shannon ajustó sus brazos instintivamente alrededor de Jared y susurró, "Por supuesto...sabes que no puedo decirte que no."
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