sábado, 12 de abril de 2014

Ojos que no ven, corazón que no siente- Capítulo 1

Autor: phoenix_53017
Traducción: Mafe Jeevas
Corrección: Mapasito
Datos originales del trabajo
Clasificación: Madura
Categoría: M/M
Relación: Jared Leto/Shannon Leto
Personajes: Jared Leto, Shannon Leto, Tomo Milicevic, Vicki Milicevic
Publicado: 2013-03-28 Completado: 2013-03-27
Palabras: 7501
Capítulos: 10/10

Comentarios originales del autor
Resumen: Una historia en un universo alterno donde Thirty Seconds to Mars no existe, Jared nace ciego y Shannon decide dedicar su vida al cuidado de su hermano mejor.

Notas del traductor
Esta obra le pertenece a la escritora ya nombrada, phoenix_53017, quien fue tan amable como para permitirnos el traducir sus bellísimas historias.
Se agradecería que, dada la oportunidad, visitaran su trabajo original y comentaran lo que opinan acerca de su obra.

Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.

--o--

Capítulo 1

El repiqueteo de la alarma junto a la cama de Shannon lo hizo gemir en protesta.
Se vistió como normalmente lo hacía cuando no tenía que ir al trabajo y bajó las escaleras para poner en marcha la cafetera.
Eran las 8:15 AM; demasiado temprano para él como para estar oyendo su nombre, que surgía desde arriba de las escaleras.
“¿Shannon? Shanni…” La voz de Jared era más baja de lo esperada, lo cual preocupó ligeramente al hermano mayor.
“¡Espera un poco Jay! ¡Ya voy!” Shannon respondió rápidamente mientras servía dos tazas de café recién hecho y las colocaba con cuidado sobre la mesa de la cocina.

Corriendo por las escaleras, avanzando dos peldaños a la vez, el mayor de los Leto se dirigió a la habitación de Jared.
Abrió la puerta para encontrar a Jared trastabillándose, claramente tratando de encontrar algo.
“¿Qué estás buscando, Baby Jay?” Shannon preguntó cuando entró en la habitación.
“Mi… mi bastón…” El menor respondió mientras sus dedos delgados tanteaban el área alrededor de su cama.
El largo bastón en cuestión estaba justo al lado de la mesita de noche, a la izquierda de Jared.
“Shan, ayúdame”, Jared gimoteó cuando empezó a palpar por su escritorio en busca de ayuda.
Para el hermano mayor, siempre había una mezcla de entretenimiento y lástima cuando su hermano menor estaba indefenso, pero nunca lo mencionó.
Con una pequeña sonrisa, Shannon se acercó y tocó ligeramente el antebrazo derecho de su hermano.

Jared movió rápidamente la cabeza en dirección a Shannon, sus ojos ciegos se guiaron por la luz de la habitación, y preguntó.
“¿Sabes dónde está?”
“Junto a la mesa de noche” El hermano mayor respondió en voz baja.
Observó mientras Jared palpó dicha mesa y finalmente rozó el bastón.
La sonrisa que surgió en el rostro de Jared era una inusual, y Shannon sintió como el corazón le daba un vuelco.
“Vamos, tomemos algo de café”, dijo a su amado hermano, mientras dejó que caminara frente a él.

“Sabes que tienes que ayudarme a bajar las escaleras”, el menor le recordó cuando Shannon cerró la puerta tras de sí.
“¿Ha habido algún momento en tu vida donde no te haya ayudado?” Dijo el hermano de ojos de avellana, tratando de molestarlo, colocándose junto a Jared.
Como siempre, Shannon sujetó uno de sus brazos para ayudar al discapacitado a bajar las escaleras de su hogar.
“Nunca… siempre has estado allí…” Jared respondió casi sin aliento mientras era guiado paso por paso.
“El café debe de estar un poco frío, pero aún está pasable” Shannon dijo con una risita al final.
Siempre trataba de mantenerse positivo, no sólo para ayudarse a sí mismo, sino también a Jared aunque no pudiera arreglar la vista del menor.
“Haces el mejor café” dijo Jared cuando alcanzó el final de las escaleras y se soltó del fuerte brazo de Shannon.

El mayor extrañaba ya la calidez del contacto cuando entró a la cocina.
“Pero no es mejor que Starbucks” agregó en tono de broma.
El hermano de ojos azules encontró su silla y tomó asiento cuidadosamente mientras respondió, “Oh, ni soñando me atrevería a compararlo con tu precioso Starbucks.”
Shannon rió suavemente, sentándose junto a Jared y acercándole su taza de café.
“¿Qué harás hoy?” su hermano preguntó después de dar un par de sorbos.
“Nada en especial, sólo necesito recoger algunas cosas en Publix” Shannon contestó mientras miraba el reloj colgando del arco que dirigía a la sala.
“Quiero ir…” dijo Jared en voz baja.
El hermano de ojos castaños lo miró y notó como Jared dirigía la vista a su taza tristemente, supiera o no la respuesta.
Finalmente cedió.
“Está bien Jay, puedes venir conmigo esta vez. Necesitas salir más de la casa esta semana, de todas formas.” Shannon anunció, estirando el brazo para darle una palmadita a los delgados hombros de Jared, los dedos rozando el algodón desgastado de la camiseta.
La sonrisa radiante regresó al rostro de Jared cuando susurró “Gracias Shan…”


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