sábado, 12 de abril de 2014

Ojos que no ven, corazón que no siente- Capítulo 2

Autor: phoenix_53017
Traducción: Mafe Jeevas
Corrección: Mapasito
Datos originales del trabajo
Clasificación: Madura
Categoría: M/M
Relación: Jared Leto/Shannon Leto
Personajes: Jared Leto, Shannon Leto, Tomo Milicevic, Vicki Milicevic
Publicado: 2013-03-28 Completado: 2013-03-27
Palabras: 7501
Capítulos: 10/10

Comentarios originales del autor
Resumen: Una historia en un universo alterno donde Thirty Seconds to Mars no existe, Jared nace ciego y Shannon decide dedicar su vida al cuidado de su hermano mejor.

Notas del traductor
Esta obra le pertenece a la escritora ya nombrada, phoenix_53017, quien fue tan amable como para permitirnos el traducir sus bellísimas historias.
Se agradecería que, dada la oportunidad, visitaran su trabajo original y comentaran lo que opinan acerca de su obra.

Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.

--o--

Capítulo 2

Shannon lleva a Jared a Publix

“¿Quieres vainilla o frambuesa?” Shannon preguntó mientras ambos se hallaban frente a un refrigerador en la sección de congelados.
“Mmm… no lo sé…” Fue la suave respuesta de Jared mientras permanecía junto al mayor, sus brazos entrelazados para que Jared pudiera seguir el ritmo.
“Llevaste vainilla la última vez” Shannon le recordó mientras miraba la hilera de pequeños recipientes de un cuarto de litro de helado.
“Entonces lleva frambuesa” Jared sugirió, estirando el brazo para tocar vagamente el vidrio.
El menor parecía un niño entusiasmado cuando Shannon abrió la puerta, tomó un recipiente del dulce y lo colocó en el carrito.
“¿A dónde vamos ahora?”
“El pasillo de pan y luego podemos ir a casa” Shannon respondió mientras maniobraba a su hermano menor hacia donde podría empujar el carrito.
“¿Qué estás- Shanni, qué pasa?” Jared sonó asustado, pero Shannon colocó una mano tranquilizadora sobre su hombro.
“Te ayudaré a empujar el carrito” explicó el mayor en un tono reconfortante mientras se situó junto a Jared; un brazo alrededor de los hombros del chico ciego y el otro sosteniendo el mango del carro.

Incluso sin ver los ojos de Jared -los cuales estaban cubiertos por lentes- Shannon podía notar que su hermano estaba entusiasmado.
“¿E-en serio? ¡¿Puedo empujarlo?!” Jared jadeó cuando estiró las manos para agarrar el carrito también.
“Si,” Shannon murmuró, asegurándose de que Jared tenía sus manos en el lugar correcto “te ayudaré para que no choques con cualquier mierda y también para girar, ¿está bien?”
“Ok” la sonrisa de Jared era entusiasta y Shannon no pudo evitar regresarla.

Pronto averiguaron que el pasillo de los panes era un poco abrumador.
Shannon tenía que mantener cerca a Jared mientras empujaban el carrito entre madres y parejas mayores para obtener los artículos que deseaban.
En cierto punto, el hermano mayor tuvo que mover una mano hacia el manubrio del carro, cubriendo una de las manos de Jared.
“Casi llegamos” Shannon anunció mientras guiaba el carrito – y a Jared- por entre las bolsas de té y el café en polvo.
Terminaron pasando junto a una mujer con dos niños pequeños, uno en el carrito y otro sosteniendo una de sus manos y, por lo que Shannon podía percibir con su visión periférica, ella los estaba observando.
Generalmente, el mayor de los Leto no lo notaría, pero la diferencia fue el comentario que masculló entre dientes cuando pasaron.
“Maricones.”
El comentario despectivo descolocó a Shannon, pero no reaccionó físicamente excepto cuando apretó su agarre en la mano de Jared.
“Ow… me estás lastimando, Shan…” Al oír ese pequeño quejido su atención regresó a Jared, cuya mano estaba sujetando demasiado fuerte.
“Lo siento, baby Jay...” Shannon se disculpó mientras se soltaba y frotaba su mano sobre la de Jared.
“¿Cómo… cómo nos dijo?”
“No te preocupes…”

Shannon rechinó los dientes en una ira silenciosa mientras guió a su hermano por el resto del pasillo, sólo ansiando el regresar a casa lo más rápido humanamente posible.


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