sábado, 12 de abril de 2014

Ojos que no ven, corazón que no siente- Capítulo 10

Autor: phoenix_53017
Traducción: Mafe Jeevas
Corrección: Mapasito
Datos originales del trabajo
Clasificación: Madura
Categoría: M/M
Relación: Jared Leto/Shannon Leto
Personajes: Jared Leto, Shannon Leto, Tomo Milicevic, Vicki Milicevic
Publicado: 2013-03-28 Completado: 2013-03-27
Palabras: 7501
Capítulos: 10/10

Comentarios originales del autor
Resumen: Una historia en un universo alterno donde Thirty Seconds to Mars no existe, Jared nace ciego y Shannon decide dedicar su vida al cuidado de su hermano mejor.

Notas del traductor
Esta obra le pertenece a la escritora ya nombrada, phoenix_53017, quien fue tan amable como para permitirnos el traducir sus bellísimas historias.
Se agradecería que, dada la oportunidad, visitaran su trabajo original y comentaran lo que opinan acerca de su obra.

Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.

--o--

Capítulo 10

Shannon sabía que tenían que haber pasado al menos dos horas desde que Jared salió volando y se encerró en su habitación.
Bueno, quizá no se encerró, pero aún no había bajado y el mayor estaba demasiado asustado como para ir y revisar.
No debí de haber hecho eso… pensó para sí mismo con lágrimas inminentes escociéndole los ojos, pero tenía que ir y echarle un vistazo…
Condujo su triste figura fuera del sofá y subió las escaleras.
La puerta de Jared estaba abierta, lo cual era una buena señal, y Shannon tuvo un poco de duda sobre asomarse o no. Encontró a Jared recostado sobre su costado en la cama, dando la espalda a la puerta.
Ningún sonido venía del menor de los Leto y eso lo preocupó.

“¿Jay…?” preguntó en voz baja mientras se acercaba cuidadosamente a la cama.
El otro hizo un pequeño sonido, casi como un lloriqueo, y Shannon no pudo abstenerse de subir a la cama.
“Perdón si te molesté… nunca fue mi intención…” comenzó mientras estiraba su brazo para tocar brevemente la mejilla de Jared.
“No necesitas decirlo… yo soy el que debería estar disculpándose…”
La confusión llenó el rostro de Shannon cuando preguntó “¿Por qué? No has hecho nada malo.”
El hombre ciego consiguió sentarse antes de voltearse para encarar a Shannon. La expresión en su rostro era de angustia pura y el mayor sabía que era por su culpa.
“Te amo… n-no podría enamorarme de alguien más… no debería sentirme así… no debería querer que me dieses todas esas cosas que dijiste que me darías…”
Jared estaba llorando, una vista hermosa aunque desgarradora, y Shannon no sabía qué hacer.
El menor se deslizó más cerca hasta que estuvieron a unos centímetros de distancia, lo suficiente como para sentir el aliento entrecortado del otro.

“Tócame…”
Shannon no podía respirar. No podía entender… porqué Jared pidió semejante cosa.
“¿Qu-qué?”
“¿Por favor, hermano mayor? Finalmente he llegado a la conclusión del porqué no puedo enamorarme, por qué nunca he querido a nadie más… y es porque te he amado todo este tiempo…” en ese punto, la mano de Jared se estiró para peinar el cabello de Shannon.
“No creo estar loco por querer algo que tú también deseas, me refiero a que ya nos hacemos felices el uno al otro en casi cualquier otra forma, entonces, ¿porqué no tomar el siguiente paso? Eres el único que ha permanecido a mi lado todos estos años, ocupándote de cada una de mis necesidades sin quejarte una sola vez. Es… natural el querer esto… te amo Shannon…” Jared continuó, sus ojos brillantes por las lágrimas.
Tragando grueso, Shannon preguntó “¿Estás completamente seguro de esto? Porque una vez que crucemos este límite, no hay vuelta atrás.”
Jared se inclinó ligeramente más cerca, sus labios apenas rozando los de Shannon, antes de responder “Lo he pensado demasiadas veces y mi respuesta sigue siendo la misma: sí.”
Un escalofrío recorrió la columna del mayor, incapaz de decir nada más, pero Jared no era Shannon, él siempre tenía algo que decir y lo hizo, justo contra los labios de Shannon.
“Hazme el amor…”

Todo fue un lento proceso, pero ahora que ambos estaban desnudos, Shannon se sintió un poco menos nervioso. Aún tenía que preocuparse por si hería  Jared físicamente, pero al menos Jared no estaba aterrado por el contacto de piel contra piel.
Jared era tan hermoso como siempre y dudó un poco cuando tuvo que envolver su mano alrededor del miembro de Jared. Demonios, lo había hecho antes, y por los sonidos que Jared soltaba, no lo hacía tan mal.
“Levanta tus piernas Jay” susurró al menor, que estaba recostado sobre su espalda.
El menor hizo lo que le habían dicho mientras Shannon rápidamente trataba de encontrar algo que sirviera como un reemplazo apropiado del lubricante. Se decidió por una crema sin perfume que había encontrado en la mesita de Jared y se colocó de nuevo entre sus piernas.
Explicó que es lo que iba a hacer para que el otro se preparara y no se sorprendiera demasiado.
Inesperadamente, Jared tomó muy bien la preparación y cumplió con todas las instrucciones de Shannon con muy poca incomodidad física.
“¿Estás listo?” Shannon acarició el rostro de su hermano mientras hacía la pregunta vital.
Jared asintió con una sonrisa y murmuró “Confío en ti…”

Después de hacer que Jared llegara al orgasmo, Shannon se recostó junto a su hermano y lo acercó hacia sí.
“¿Estás bien? No te lastimé tanto, ¿o sí?”
“No realmente… un poco de dolor, pero nada serio.” Jared sonrió después de que se acurrucó contra el costado de Shannon.
El mayor delineó el rostro de Jared con el dorso de su mano, sin creer que tenía a la única persona que había amado siempre justo entre sus brazos.
“¿En qué piensas?”
Bajó la mirada hacia Jared y susurró, “En lo afortunado que soy por tenerte…”
“¿En serio?” el menor sonó genuinamente sorprendido y Shannon lo besó por ello.
“Sí… nunca te he dejado antes y nunca lo haré…”
“Bien… no podría hacerlo sin ti…” Jared besó la mejilla de Shannon y éste lo besó de nuevo.
Eso era suficiente para el mayor de los Leto. El saber que nunca se abandonarían -que se necesitaban el uno al otro- era mejor que cualquier otra cosa que Shannon pudiese haber deseado.
“Te amo Shannon…”

“Y yo te amo, Jared…”


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