Autor: Celestina
(Aims, Aimee, Celly)
Traducción: Mafe Jeevas
Revisión: Mapasito
Notas originales del autor:
Pareja: Jared/ Shannon (no es realmente Letocest, ya verán)
Clasificación: R
Disclaimer: Estos individuos no me pertenecen, ni quisiera que fuera así. Pertenecen a sí mismos, como una familia. Esto es para mi propio entretenimiento.
Notas del traductor:
Esta obra le pertenece a la escritora ya citada, a la cual, ya que no he pedido su autorización para traducirla, le doy los respectivos créditos y pido disculpas. El porqué de no tomarme el tiempo de pedírselo se debe a que esta historia fue publicada en un tiempo comprendido entre el 2006-2007, y el foro ya no está activo.
Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.
--o--
Parecía como si el mundo se hubiera detenido. Recordé que no
podía respirar cuando giré la cabeza hacia un lado en busca de aire.
Justo en la boca de Tomo. Sólo tuve un segundo de aire, no
demasiado, pero suficiente para reponer mi cerebro y captar que estaba
sucediendo.
Me gusta. La combinación suya y de Matt juntos era
estimulante para mí. Tomo era más gentil que Jared, apartándose cada poco
segundos por aire antes de tomarme de nuevo. La bufanda me mantuvo a raya para
no empujar a Jared y tomar a Tomo.
No podría hacerle eso a Jared, no a mi hermano…
Curiosamente, Tomo y yo volteamos para ver que pensaba Jared
de esto, pero estaba ocupado, Matt tenía un agarre en su cabello y no lo
dejaría ir, absorbiendo su vida a través de su boca. Aclaré mi garganta para
recordarle a Jared que aún tenía un trabajo por hacer. Finalmente, él y Matt se
separaron y miraron mi forma sumisa.
“Awww, míralo, Mattie, lo quiere.”
El mundo giró de nuevo cuando él presionó más profundo.
Retrocediendo, pero sin despegarse totalmente antes de arremeter contra
mí. Luché contra mis restricciones,
tratando de liberarme, para tomar a Jared y sujetarlo imposiblemente cerca de
mí. No podía zafarme, solté pequeños sonidos cuando se empujó aún más adentro.
Matt y Tomo se habían fundido de nuevo… en su propio mundo, sin prestar
atención a lo que Jared y yo hacíamos junto a ellos.
Jared recorrió mis costados con sus manos, enterrando sus
uñas a propósito, haciéndome sisear en respuesta, repitiéndolo hasta que me
retorcía a su toque. Sabía que tenía cosquillas, más que él, y lo estaba usando
a su favor, porque no podía usar mis manos para alejar las suyas o moverlas hacia
otro lado.
Qué lástima, podría enseñarle lo que podría hacer realmente
con ellas…
Ese cabrón estaba sonriendo, sus manos se movían más rápido
hasta que comencé a sacudirme, golpeando a Tomo y Matt, casi tirándolos de la
cama, pero ellos se mantuvieron firmes, empujándome, antes de continuar con sus
propios asuntos.
Nunca perdieron el ritmo. Nadie lo hizo.
“Jay, para…” Jadeé.
“No. Esto se siente bien, ¿puedes sentirlo Shan?”
Mierda. Lo tocó.Ese punto. Lo que provoca que Jared, Matt,
Tomo, yo y, demonios, cualquier chico, casi se venga cada vez que es golpeado.
Nunca dejó de moverse, sus ojos se cerraron cuando embistió más rápido.
Tomé el control.
“Jay, no, mírame, quiero verte cuando te vengas. Me putas
miras a mí y no cierras los ojos.” Susurré a través de mis dientes.
“Shannon…” Gimió, luchando por mantener sus ojos abiertos.
Ni siquiera estaba cerca y eso lo hizo todo aún más erótico cuando empujó
contra mi próstata de nuevo.
Me tensé y liberé el aliento, tratando de resistir. No
quería terminar tan pronto.
Aún no…
Me removí un poco, forzándolo a rozar apenas ese punto, su
cuerpo cálido cubrió el mío cuando sus manos buscaron mis hombros y se impulsó
más adentro. Susurró mi nombre de nuevo, me dijo que tan caliente y estrecho
estaba a su alrededor, muy sensual, adorable aún cuando las palabras salieron
de su boca a mis oídos.
Matt y Tomo se detuvieron, tomando una pausa para mirar el
espectáculo que Jared y yo desarrollábamos ante ellos. Una vez más vi la mirada
que circuló entre ellos. Jared movió sus manos a mi cadera mientras presionó su
cuerpo contra el mío, su cabeza reposó en mi hombro, donde mordió suavemente
cuando sus movimientos se aceleraron.
“Eso es Jay… más duro.” Gemí mientras lamió la línea de mi
mandíbula, antes de besarme.
“¿Te gusta?” Murmuró contra mi boca.
No le respondí, sino que reté a su lengua a un duelo,
similar al que tuvimos antes en la ducha.
Quiero que recuerde. Que recuerde lo que le hice.
Sentí cómo aspiró una bocanada de aire antes de enterrarse
en mí.
Mierda.
Cuando retrocedió, mi pensamiento fue respondido.
“Gané Shan.” Sonrió.
“Tramposo…” Pero adopté la misma expresión. Volteé a donde
estaban Matt y Tomo, rasgando sus ropas.
Matt tenía a Tomo debajo de él cuando arrancó su camisa, las
manos de Tomo salieron disparadas para tocar la piel denuda, recorriendo con
sus dedos los tatuajes, deteniéndose en especial en el situado sobre su ombligo
antes de desatar los jeans de Matt. Matt hizo lo mismo con Tomo y pronto eran
un enmarañado y sudoroso desastre, sus ropas regadas en el piso.
“Shannon…” Jared devolvió mi atención hacia él cuando rodó
sus caderas, mis uñas se hundieron en las palmas de mis manos.
Casi llego…
Matt y Tomo estaban frotándose uno contra otro, gruñendo
contra sus bocas, marcando, las manos viajando sobre la piel, separándose cada
pocos segundos para vernos.
“Jay, quiero sentirte, por favor bebé… ¿puedo tocarte?”
Sentí cómo se rindió, asintió lentamente. “Quiero que lo
hagas.”
Nunca me dejó, cuando se estiró para desatar la bufanda sus
movimientos causaron que tocara ese punto de nuevo. Jadeé y me apreté a su
alrededor, sus manos titubearon en su tarea, miró hacia abajo y gruñó.
“¿Ves lo que me haces?” Tiró la bufanda hacia un lado y
sujetó mis piernas, abriéndome más mientras me penetró de nuevo, golpeando ese
lugar a propósito.
Mis ojos se pusieron en blanco y vi estrellas, sentí ese
calor familiar acumulándose en la boca de mi estómago, mi respiración salía en
jadeos.
“Muy cerca, Jay, bebé, muy cerca.” Mis manos ahora libres se
dirigieron a mi ignorado miembro, casi lo alcanzaba cuando Jared de la nada las
golpeó, alejándolas.
Era mi turno de quejarme. “Jay, por favor.”
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