Autor: Celestina
(Aims, Aimee, Celly)
Traducción: Mafe Jeevas
Revisión: Mapasito
Notas originales del autor:
Pareja: Jared/ Shannon (no es realmente Letocest, ya verán)
Clasificación: R
Disclaimer: Estos individuos no me pertenecen, ni quisiera que fuera así. Pertenecen a sí mismos, como una familia. Esto es para mi propio entretenimiento.
Notas del traductor:
Esta obra le pertenece a la escritora ya citada, a la cual, ya que no he pedido su autorización para traducirla, le doy los respectivos créditos y pido disculpas. El porqué de no tomarme el tiempo de pedírselo se debe a que esta historia fue publicada en un tiempo comprendido entre el 2006-2007, y el foro ya no está activo.
Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.
--o--
Bajé el ritmo. “¿Qué pasa? ¿Bebé, estás bien?”
Asintió. “Cambiemos de posición.”
Enarqué una ceja. El acarició mi mejilla.
“Sólo confía en mí.”
Terminé separándome, nos volteó y sujetó la cabecera de la
cama. Sus pestañas revolotearon cuando las cerró y se deslizó sobre mí.
“¿Confías en mí, cierto?” Descendió una pulgada.
“¡Joder!” Enterré mi cabeza en la almohada. “Gah… sí, Jay,
confío en ti.”
“Bien. El sentimiento es mutuo.” Bajó otra pulgada.
“No puedo. Resistir.”
“Shan.” Sus manos encontraron las mías cuando se levantó.
“Tócame.”
“Muy cerca.” Mis manos siguieron la iniciativa, sobre su
rostro, el pecho, recorrieron su espalda, y bajaron por su estómago, reposando
en sus caderas, lo guié hacia arriba y abajo. Sus manos se extendieron sobre mi
pecho, enterrando las uñas cuando se inclinó para besarme, nuestras lenguas
moviéndose de aquí para allá, sólo besándonos.
“¿Puedes sentirlo Shan?” Se estrechó a mí alrededor.
“Si… Dios, te amo tanto bebé.”
“Te amo.” Se movió de nuevo, llegando hasta la punta antes
de descender rápidamente, repitiendo el movimiento, cada vez más vigoroso que
el anterior. Dirigió su mano de mi pecho hasta su erección, mordiendo sus
labios cuando la tomó, acariciándola lento y con firmeza, casi como un reflejo
de mis acciones al inicio. “Vamos… hazlo, Shan.” Cubrí su mano, ayudándolo con
la tarea, apretando la base antes de decir su nombre y liberar todo lo que
tenía.
“Mmph… mierda, Shan” Él alcanzó el orgasmo poco tiempo
después, derramándose sobre mi estómago. No removió sus manos de las mías, ni
su cuerpo. Sólo se sentó sobre mí, una cómoda presión alrededor de mi ingle,
mirando el lío que habíamos hecho.
Seguí su vista al pequeño charco sobre mi ombligo, uno de
color blanco y brillante como la leche, mientras él trazó su nombre en el
líquido antes de llevar su dedo a mis labios.
“Pruébame…”
Enredé mi lengua alrededor de su dedo índice, fijando mis
ojos en los suyos mientras chupé el dígito, disfrutando su sabor. Sus ojos se
cerraron y gimió antes de abrirlos de nuevo.
“Tan caliente, Shannon. Tu boca está tan caliente…”
Dejé que su dedo abandonara mi boca antes de tirar de él
para un beso, para que pudiera probar qué tan delicioso era, para que lo
supiera. Al separarnos, junté nuestras miradas y lo estrujé.
“Te amo tanto.”
Escuché ruidos al final del pasillo. Matt y Tomo pasaron
frente a mi habitación, dirigiéndose a la cocina.
“Mierda… seguramente nos están buscando, necesito un baño.”
“Yo también… bueno, no realmente, pero quiero estar
contigo.” Trató de levantarse. Pero fracasó a medio camino y se deslizó de
nuevo hacia abajo.
“Maldita sea Jared, ya no más.” Sonreí. Él hizo un puchero.
“No estaba tratando de hacer algo más.” Falló una vez más.
“Espera, deja te ayudo.” Lentamente nos hice girar y me
retiré de su interior. Me recosté en su pecho, escuchando sus latidos por un
momento antes de levantarme de la cama. “Hora del baño.”
“Ayúdame a pararme.”
No puedo. Podría. Perder el control.
Muerdo mi labio mientras sacudo la cabeza. “Sólo yo…”
“¿Qué? ¿Porqué?”
“Por favor, Jay, sólo por un momento, después puedes
ducharte. Inclusive guardaré un poco de agua caliente para ti.” Me volteé
dispuesto a irme pero él sostuvo mi muñeca.
“¿Qué te sucede Shannon?”
“Nada, sólo quiero tomar un baño a solas.”
“Lo entiendo. Pero desde hace tiempo, con Matt y Tomo, has
estado nervioso… preguntando si me habías lastimado, nunca lo has hecho, ni
creo que alguna vez lo hicieras… quiero saber qué te sucede.”
Suspiré.
“Creo que… o quizá lo soñé…”
Otro suspiro.
“Creo que te violé.”
Su mano soltó la mía, sus ojos se dilataron.
“Jay, no… me escuches… no fue muy agradable, me refiero a
que estábamos en la ducha, limpiándonos, y tu comenzaste algo, no sé
exactamente qué. Pero quería que continuaras…”
Le relaté todo, el golpe, sangre, y la brutalidad que siguió
después, él escuchó atento mientras yo me disculpaba por lo que sucedió.
“Shan, está bien… no fue real. Ya te lo he dicho, no me
lastimaste.”
“Pero tu espalda… estaba tan marcada.”
Asintió. “Claro que lo está.”
“¿Me mostrarías?”
Lentamente se arrodilló en la cama antes de voltearse.
Que no lo esté, por favor.
Carajo.
Sus omóplatos habían tomado la fuerza bruta de hace un
momento, los colores se veían con más claridad a medida que mis ojos recorrían
su espalda.
“¿Te…?”
“¿Duele? No… sólo arde un poco.”
Justo como en mi sueño.
“¿Yo hice eso?”
No me miró a la cara, pero asintió de nuevo lentamente
mientras se mantenía de espaldas. “Fuiste un poco brusco.”
Mierda. Esperen.
“¿Lo recuerdas?”
“Nunca lo olvidé. No podría.”
“Jay, bebé, lo siento tanto.” Me arrodillé detrás de él y
susurré en su oído. “En serio lo siento.” Besé desde su mandíbula hasta el
primer cardenal, en su omóplato izquierdo.
“Shan… ya no importa. Está bien.” Gimió cuando lo empujé
contra las almohadas.
“Shh… no está bien. Abusé de ti y ahora tengo que cuidarte.”
Moví mis labios hacia abajo, sin pasar por alto ningún espacio.
“Siempre lo haces…”
“Es mi trabajo… sólo mío.” Me detuve una vez más en la curva
de su trasero. Sonriendo cuando su hundió en la cama.
“Sí, sólo tú. Por favor Shannon, cuídame.”
“¿Estás duro bebé?”
No respondió, jadeando cuando mi mano se aventuró y tomó su
húmedo miembro.
“Mmm… muy duro, Jay, ¿esto te enciende?” Deslicé mi lengua
por su entrada. “Sabes muy bien bebé…”
“Por favor, Shan, ha pasado un rato… desde que hicimos esto…
mucho tiempo.”
“¿Qué quieres?”
Mantuvo su cabeza entre las almohadas, gimoteando cuando me
alejé, esperando su respuesta.
“Tu lengua. Todo. Sólo… por favor.”
Reí y pasé mi mano por su espalda, recolocando mi lengua.
“Más profundo Shannon. Sabes lo que me gusta.”
“Lo sé. Te gusta esto.” Empujé el músculo, sonriendo por el
grito que escapó de entre las almohadas y moví mi mano unas cuantas veces sobre
su miembro.
Eso es. Grita para mí.
“¡JoderjoderjoderJODER!” se retorció y sus movimientos se
encontraron con fuerza con mi lengua cuando pasó por su próstata.
“Estás tan cerca bebé.” Lo masturbé con más fuerza.
“Me vendré Shan, muy pronto…”
Continué saboreándolo, retirándome para lamer su entrada
antes de continuar, alternando mordidas y caricias. Volviéndolo loco.
“Ya casi… duele Shan.”
Me separé y lo volteé, sin perder tiempo tomé su miembro en
mi boca.
“No Shan, ahí… no.” Negó con la cabeza.
Meneé la cabeza. “Déjame probarte… eres tan dulce cuando te
corres. Las expresiones, los sonidos que haces… dios, tan sexy.” Rodeé la
cabeza, relajándome y tomándolo con más profundidad.
“Shan. Mierda, no lo sé. Mmm… no pares.” Enrolló sus manos
en mi cabello, esforzándose en mantener los ojos abiertos. Para ver.
Paseé mi lengua por debajo de su erección antes de hacer lo
mismo con mis dientes, me relajé de nuevo y comencé a tararear.
“Shan, se siente tan bien, tan caliente, profundo… mierdaa.”
Apresuró el ritmo en mi boca, mientras envolví mis dedos alrededor de su base.
“Bebé, por favor, déjame…”
Continué tarareando. Diferentes canciones, algunas muy
antiguas, una canción de cuna en especial, en la cual sus manos se movieron de
mi cabello a mi nuca, tocando esa zona sensible que mamá solía acariciar cuando
era pequeño, para tranquilizarme, haciéndome dormir. Desde entonces, mi cuello
creció; el sitio, se volvió difícil de encontrar, pero de alguna forma él sabía
dónde estaba. Frotó sus dedos contra él antes de que me retirara.
“Jared, no lo hagas. Sabes lo que me provoca.”
“Necesito una… liberación, por favor Shannon.” Condujo mi cabeza hacia abajo de nuevo.
¿Cómo podía negárselo?
“Se suave…” lamí mis labios antes de chuparlo de nuevo.
“Lo prometo.” Siseó, sus manos llevando el ritmo mientras
lentamente me movía de arriba abajo. “Canta bebé, me gusta cómo se siente
cuando me tomas muy profundo.”
Tarareé feliz, mis manos viajaron por su estómago y pecho,
siguiendo las marcas que Matt dejó en él.
“No estás contento con ellas, ¿cierto?”
Mi boca lo dejó por un segundo para responder. “Claro que
no. Te amo demasiado como para ver tu cuerpo malherido.” Luego, estaba de
regreso, mi lengua lamiendo la punta antes de tomarlo hasta la garganta.
“Mierda. Shannon… no hagas eso de nuevo… tu boca se siente
como… como el paraíso. No lo dejes.” Pasó sus manos por mis hombros en una
caricia ligera. “Te amo, Shan.”
Asentí, estirando una mano para dar un suave masaje a sus
testículos mientras continué complaciéndolo. Los sentí tensarse bajo mi toque,
se vino con un gemido; mi nombre cayendo de sus labios, sus caderas
sacudiéndose. Lo bebí todo, cada gota, hasta que el tembló debajo de mí. Dejé a
su ahora fláccido miembro salir de mi boca, lo besé antes de sonreír y me
deslicé por su cuerpo hasta presionar mi cabeza contra la suya. El lamió sus
labios y los juntó con los míos.
“¿Y qué hay de ese baño?”
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