Autor:
Celestina
(Aims,
Aimee, Celly)
Traducción: Mafe Jeevas
Revisión: Mapasito
Notas originales del autor:
Pareja: Jared/ Shannon (no es realmente Letocest, ya verán)
Clasificación: R
Disclaimer: Estos individuos no me pertenecen, ni quisiera
que fuera así. Pertenecen a sí mismos, como una familia. Esto es para mi propio
entretenimiento.
Notas del traductor:
Esta obra le pertenece a la escritora ya citada, a la cual,
ya que no he pedido su autorización para traducirla, le doy los respectivos
créditos y pido disculpas. El porqué de no tomarme el tiempo de pedírselo se
debe a que esta historia fue publicada en un tiempo comprendido entre el
2006-2007, y el foro ya no está activo.
Este escrito es enteramente ficción y no tiene otro
propósito más que el de entretener a las personas que disfrutan de ello. Los
personajes implicados en la historia son sumamente respetados, y el objetivo de
esto nunca ha sido ni será el ofenderlos de ninguna manera.
--o--
Estaba enfermo de nuevo.
Él siempre está enfermo. Y yo siempre me preocupo. Supongo
que es mi derecho de nacimiento o algo, ya saben, proteger a mi hermano, querer
golpearlo cuando me asusta. Pero tenerlo así, tan vulnerable, tan delirante,
tan… tan…
Jared.
Suspiré y exprimí la tela húmeda, la llevé a su cabeza y
sonreí tímidamente ante sus pequeñas protestas mientras giraba la cabeza.
“Shhh…bebé, estoy aquí.”
Él se quejó y giró hacia un lado, golpeando intencionalmente
el paño en mi mano; sonrió entre sueños. Quise abofetearlo. Pero no lo hice,
sólo levanté el trapo y lo besé en la frente antes de abandonar la habitación.
Regresaré.
Matt y Tomo me miraron cuando entré, sacudiendo la cabeza.
“Está alucinando, eso no es bueno”.
Matt se levantó y caminó hacia el baño, pude oírlo…
rebuscando; cuando salió, sostenía triunfante un tubo de plástico. No me prestó
atención y se dirigió a la habitación, Tomo y yo lo seguimos silenciosamente.
Cuidadosamente, atendió a mi hermano, el cual continuaba
durmiendo, una situación en la cual normalmente Jared despertaría y empujaría a
Matt; pero no se encontraba bien, así que no hizo nada, dudo que siquiera
supiese qué sucedía.
Debería detenerlo, lo estaba lastimando, tomando la cara de
mi pequeño y forzando el tubo dentro de su boca. Jared se sacudió y revolcó,
pero Matt era firme. Pude ver que Jared estaba despertando.
No, él no puede, está cansado y necesita dormir.
Lágrimas silenciosas cayeron del rostro de mi hermano y
luchó para quitarse el peso de encima. Quise llorar también. Pude oír a Matt
pidiéndome ayuda. Sentí cómo mis pies obedecían. Quise parar. No pude, y en un
instante estaba allí, tomando a Jared en mis brazos, acariciando su cabello,
rogando porque no recordara esto en la mañana.
Vamos Matt, toma la jodida temperatura para que pueda
descansar.
Y luego, tan pronto como empezó, Matt había terminado. Jared
inspiró profundamente y envolvió sus brazos a mí alrededor. Las lágrimas
humedecieron mi camisa mientras lloraba. Aún semidormido.
“Lo lastimaste Matt, míralo”.
Pero Matt no lo hizo, miró el termómetro y después a mí.
No era una buena señal.
Tomo se acercó y echó un vistazo. Hizo una mueca.
Definitivamente no era una buena señal.
Matt me mostró lentamente la temperatura.
Mierda, 102.3 y subiendo.
Jared tembló. Toqué su cabeza, estaba ardiendo. Sus ojos
estaban cerrados, pero podía asegurar que sentía dolor. Sus uñas se hundieron
en mi cuello mientras se aferraba a mí.
“Shann… quizá deberíamos… ¿llevarlo a un hospital?” Susurró
Tomo.
“No”. Dije firme, besando la cabeza de mi hermano. “Él odia
los hospitales; siempre, desde que éramos pequeños, ha tenido miedo a los
doctores o algo así”.
“Shannon, por su salud. Tenemos que llevarlo a un médico”.
“No irá, salgan de aquí, si no ayudarán a cuidarlo, lo haré
solo”.
“Shann…”Matt suplicó.
“Salgan”. Gruñí. Jared se movió en mis brazos, supe que me
había escuchado, así que suavicé mi voz. “Chicos, por favor váyanse”.
Matt y Tomo intercambiaron miradas. “Estaremos afuera, llama
si nos necesitas”. Salieron silenciosamente de la habitación, cerrando la
puerta detrás de sí.
La respiración de Jared era laboriosa, delicadamente lo
acosté y me dirigí al baño, el me sujetó a ciegas pero me solté. Necesitaba
refrescarse y tenía que hacer lo que pudiese para mantenerlo fuera de un
hospital. Preparé un baño tibio y agregué una tapa de sales minerales y una
tableta de eucalipto. El agua estaba perfecta. Lo disfrutará. Regresé para
traer a Jared al agua. Me detuve en la puerta.
Ahí estaba, despierto, sentado derecho y mirándome
inocentemente, con sus profundos ojos azules.
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